Oración de Gracias a la Virgen de Guadalupe
Hoy vamos a ver una oración para dar las gracias a la virgen de Guadalupe por su protección y bendición.
Para agradecerte, existo, mamá. Para alabarte, respiro, Nuestra Señora de Guadalupe. Por tu gracia vivo, así que levanto mis oraciones por ti.

Porque cada mañana puedo disfrutar de un nuevo amanecer y predicar la palabra del Señor. Porque todas las noches puedo escuchar las canciones de los ángeles que te adoran.
Porque cada noche puedo hablar contigo y con nuestro Señor para expresar mi infinito amor y devoción. Porque puedo existir para adorarte sin tener en cuenta.
Por todo lo que me permites, por honrarme con tu presencia y tu bendición, te doy las gracias, querida Virgen de Guadalupe.
Sin ti, los caminos son de piedra y oscuridad. Sin su gracia y misericordia, el sol no brilla intensamente y las noches se vuelven oscuras.
Pero con tu presencia, Nuestra Señora, me haces feliz poder respirar otro día bajo tu capa protectora.
Por mi cuerpo, mi mente y mi espíritu de honor, también quiero agradecerte. Por darme este corazón que te ama y esta mente que solo piensa en ti.
Nuestra Señora, te agradezco hoy y siempre por llenarme con tus bendiciones. Amén
Oración a Nuestra Señora de Guadalupe para alcanzar la gracia
Madre, enseñas la gracia y el poder de Dios nuestro Señor, hoy eres la luz de la esperanza en mi corazón.
Virgen de Guadalupe, enseña a tus hijos amor. Que te entregues a tus hijos con devoción. Deje que sus hijos limpien las lágrimas derramadas de dolor. Escucha a este, tu hijo.
Te alabo y celebro porque, como tú, no hay ninguna y quiero ser un poco a tu imagen, querida Madre.
Le pido que cuando quede atrapado en las sombras y no encuentre luz, me encontrará en el camino rezando por usted. Te pido que cuando la oscuridad quiera penetrar en mi corazón, me alcances con tu mano y me purifiques.
Intercede por mí, como por tus otros hijos, de modo que cuando la oscuridad nos perturbe, no encontremos respuestas sino tu imagen, nuestra fe y amor por ti.
Lléname de esperanza, alegría y felicidad. Ayúdame a cumplir las misiones que Dios me ha dejado en la tierra y responderé a la llamada sin dudarlo.
Madre, concédeme estos favores y verás que en mí no hay dudas sobre mi devoción y amor por ti. Porque me escuchas, porque intercedes por mí. Amén